Juego de roles: ¿porqué son tan importantes?

Este tipo de juego se inicia hacia los 2-3 años de edad y se prolonga durante la etapa preescolar y la primera infancia. El juego de roles es una actividad en la que los niños imitan el papel de los adultos, para reflejar las acciones que éstos realizan a diario. También pueden plantearse situaciones hipotéticas, no reales. Se caracterizan por la interacción entre diversos personajes mediante el diálogo, la coordinación y la cooperación mutua. Ya que al jugar asumiendo roles deben hacerse acuerdos, tratos y en ocasiones resolver conflictos, un juego de rol es una actividad que permite desarrollar la comunicación efectiva y la empatía, siendo un recurso eficaz para el crecimiento emocional y social del niño.

Dependiendo de su edad o intereses, su hijo puede incorporar accesorios elaborados y unirse a sus amigos para asumir roles complejos en una historia; o podrían imaginar tranquilamente escenarios simples que no requieren muñecos, juguetes, disfraces u otras personas en absoluto. Lo que separa el juego dramático de los juegos más pasivos es que su hijo está involucrado en la creación espontánea de algo nuevo. Es una actividad engañosamente simple que requiere que los niños pequeños planifiquen, organicen y resuelvan problemas.

La mayoría de los niños en edad preescolar no necesitarán mucho estímulo, sus vetas creativas naturales se activarán frente a una caja con disfraces y accesorios de cualquier tipo. Pueden convertirse en cualquier persona o personaje que se les ocurra. La mejor parte de una obra de teatro abierta es que no hay bien ni mal, solo diversión.

Hay una razón por la que encontrarás una caja de ropa de juego de disfraces en la mayoría de las aulas de preescolar. Debido a que los maestros de preescolar saben que cuando los niños usan su imaginación, también están desarrollando aspectos académicos y emocionales importantes. El juego de roles, especialmente cuando ocurre con otros niños, fomenta el turnarse, la cooperación y la socialización. Los niños que permiten que su imaginación vuele libremente se convierten en grandes solucionadores de problemas cuando son adultos.